Buenos días,

Si ayer fuimos testigos de una lección de democracia mexicana, también vimos cómo todo el merequetengue por la reforma judicial terminó con una aprobación bastante turbia. Al final, un candidato de la oposición fue presionado para lograr esa mayoría clave. Con suerte ya tienes tu café en mano, porque aquí te traemos las noticias del día.

Vamos a hablar de la reforma judicial, pero espérense… porque ayer, Taylor Swift, por fin dio a conocer a sus millones de fans a quién apoya en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Tras concluir el primer debate entre Trump y Kamala Harris, la cantante inclinó la balanza a favor de la demócrata y aquí van sus razones: porque ella lucha por los derechos (especialmente los de las mujeres, como el derecho al aborto); por su liderazgo… y porque Tim Walz (el posible vicepresidente) apoya a la comunidad LGBT.

Y bueno, en caso de que no estén muy de acuerdo, Tay-Tay pidió que la gente trate de informarse bien, sobre todo porque, recientemente, Donald Trump, uso imágenes suyas para decir que ella lo respalda… cosa que, para nada, ha hecho. Pura desinformación…

El Senado aprobó la polémica reforma judicial con 86 votos a favor, logrando la mayoría calificada, pero no sin levantar sospechas. Tras una jornada llena de protestas y la inesperada alineación de Miguel Ángel Yunes con Morena, la oposición quedó debilitada con solo 41 votos en contra.

La reforma promete un cambio en la elección de jueces y magistrados, asegurando independencia y legitimidad, aunque muchos ven más sombras que luces en el proceso. Ahora, toca preguntarse si esta “renovación” será para fortalecer el Poder Judicial o para consolidar su control político.

El último debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump dejó un momento surrealista: Trump aseguró que los inmigrantes en Ohio están "comiendo las mascotas" de los residentes. Sí, lo dijo en serio.

Harris, con una estrategia precisa, logró sacar lo peor de Trump, quien se desvió del tema constantemente. Entre sus afirmaciones más absurdas, destacó esta teoría sin pruebas que dejó a muchos boquiabiertos. La moderadora rápidamente lo corrigió, pero el daño estaba hecho: Trump ya había soltado una joya más para alimentar los titulares.

Harris no se quedó atrás, recordando a Trump su derrota en 2020 y acusándolo de ser blando con China, mientras él defendía sus multitudes y lanzaba ataques personales. Aunque intentó cerrar con un golpe sobre la gestión de Harris, lo único que quedó fue el eco de su teoría de conspiración sobre migrantes comiendo perros y gatos.

Los nepo babies no son solo cosa de Hollywood, también dominan la política mexicana. Desde Morena hasta el PAN, los hijos de políticos han encontrado su lugar en las esferas del poder, aprovechando el peso de sus apellidos para asegurar su futuro. El caso más reciente es el de Andrés Manuel López Beltrán, hijo de AMLO, quien se perfila para competir en la elección interna de Morena.

No es un fenómeno nuevo. Generaciones anteriores llamaban “juniors” a los hijos de políticos que, sin grandes méritos propios, ocupaban cargos importantes. Hoy, nombres como Yunes, Monreal y Colosio siguen esta tendencia, manteniendo el ciclo de influencia familiar en la política mexicana. ¿Coincidencia o privilegio?

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